Gracias a Nuestros Voluntarios: Haciendo Crecer el Reino de Dios Juntos

En Ir y Hacer Discípulos, queremos expresar nuestra más profunda gratitud a cada uno de los voluntarios que con generosidad, pasión y amor, deciden dedicar su tiempo y esfuerzo para avanzar el Reino de Dios. Sabemos que el trabajo que hacemos, ya sea en evangelizaciones, visitas a hospitales, cárceles o comunidades, no sería posible sin tu participación activa. Gracias a tu disposición de servir, estamos impactando vidas y compartiendo el amor y la palabra de Dios con personas que más lo necesitan.

El voluntariado es una expresión de amor al prójimo, un llamado que Jesús mismo nos hizo cuando dijo en Mateo 25:40: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” Cada vez que decides participar en una evangelización, una visita a un hospital o a una cárcel, no solo estás sirviendo a personas necesitadas, sino que estás sirviendo a Cristo mismo. A través de tus acciones, el amor de Dios se hace tangible para aquellos que están atravesando momentos difíciles o que no han conocido a Jesús.

Tu generosidad como voluntario es un testimonio poderoso de la obra de Dios en tu vida. No solo fortaleces tu propia fe al dar de tu tiempo y habilidades, sino que también inspiras a otros a seguir el llamado de Jesús a amar y servir. Cada sonrisa, palabra de ánimo o acción de apoyo que brindas es una semilla que siembras en los corazones de las personas. Aunque a veces no veamos los frutos de inmediato, podemos confiar en que Dios está trabajando en cada vida que tocamos, usando nuestros esfuerzos para Su gloria.

Como voluntarios, no solo participamos en actividades de evangelización o visitas. Estamos llevando esperanza a los enfermos en los hospitales, compartiendo consuelo y apoyo espiritual a los presos en las cárceles, y trayendo alivio a las comunidades que enfrentan dificultades. Estos eventos, organizados por nosotros o en colaboración con iglesias cristianas, son oportunidades para que la luz de Cristo brille en los lugares más oscuros.

Gracias a tu dedicación, más personas están conociendo a Jesús, y el impacto de tu servicio está cambiando vidas. En cada evangelización, hay quienes escuchan el mensaje de salvación por primera vez. En cada visita a un hospital, hay alguien que encuentra consuelo y paz en medio del dolor. En cada comunidad que visitamos, las personas sienten el amor de Dios de manera real y palpable.

Tu participación como voluntario no solo afecta a los demás, sino que también fortalece tu propia relación con Dios. Al servir a los demás, crecemos en humildad, compasión y amor, cualidades que reflejan el corazón de Jesús. El servicio desinteresado es una manera poderosa de vivir nuestra fe de manera práctica y demostrarle al mundo que el amor de Dios no tiene límites.

Queremos agradecerte por ser una parte vital de esta misión. Sabemos que el servicio no siempre es fácil, que a menudo implica sacrificios de tiempo, esfuerzo y comodidad. Sin embargo, tu disposición a seguir adelante y a dar de ti mismo es un testimonio de tu fe y compromiso con el Evangelio. Cada voluntario es una pieza clave en esta gran misión, y sin ti, no podríamos alcanzar a tantas personas con el mensaje de amor y esperanza que encontramos en Jesús.

Te animamos a seguir siendo parte activa de esta misión. Si aún no te has involucrado, te invitamos a unirte a nuestras próximas actividades. Siempre hay más por hacer, más vidas por tocar, y más oportunidades de servir al prójimo en amor. Al hacerlo, no solo impactas a los demás, sino que también permites que Dios siga obrando poderosamente en tu vida.

Gracias por ser un instrumento de Dios en la vida de tantas personas. Que tu corazón siga siendo guiado por el Espíritu Santo y que Dios multiplique cada esfuerzo que haces para Su gloria.

Si deseas unirte como voluntario en nuestras próximas actividades, no dudes en contactarnos. Juntos, sigamos compartiendo el amor de Cristo y llevando Su palabra a todos los rincones del mundo.